jueves, 26 de febrero de 2015

Nuestra Fe En Dios



Vemos la situación de Jairo, uno de los líderes de la sinagoga, su hija estaba muriendo y el pide a Jesús humillado y en ruego que vaya a su casa, ponga sus manos sobre ella y será sana, Jesús acepta y va con el.  Pasado esto, camino a casa de Jairo, le llega un mensaje indicando que ya no molesten a Jesús, que su hija había muerto.  

En este punto donde humanamente no hay alternativas, donde nuestra Fe mengua al ver que no hay posibilidades es donde Jesús nos dice: "Ten Fe"



Marcos 5:36 NTV 
Jesús oyó lo que decían y le dijo a Jairo: «No tengas miedo. Solo ten fe». 



He podido observar con el paso del tiempo y los años que tengo sirviendo al señor, que muy a menudo la fe que decimos tener cimentada en Dios mengua inmediatamente pasamos por un momento difícil o una crisis de cualquier tipo. Vemos como se abandonan muchas veces los sueños y las promesas de Dios para nuestras vidas solo porque entendemos que las cosas deben suceder cuando queremos o entendemos que deben ser, pero no es así.

Muchos se burlaron diciendo que la niña estaba muerta pero Jesús le dijo a Jairo, tu hija duerme; a pesar de que todos los diagnósticos eran negativos e imposibles de revertir, Jairo decidió creer en las palabras de Jesús y su hija despertó de dicho sueño.  



Dios cumple todas y cada una de sus promesas, sólo que no es en el tiempo que nosotros queremos o creemos que deben cumplirse, si no en el tiempo de El. 

Recordemos lo que dice: 2 Pedro 3:8-9NTV

Sin embargo, queridos amigos, hay algo que no deben olvidar: para el Señor, un día es como mil años y mil años son como un día.  En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir sus promesas, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.

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