martes, 6 de septiembre de 2016

"Transformado" En Mi Salud Financiera (día 23)

"Así que no se preocupen diciendo: "¿Qué comeremos?" o "¿Qué beberemos?" o "¿Con qué nos vestiremos?" Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas." Mateo 6:31-33 NVI

Las palabras de Jesús, respecto a lo que comemos, bebemos y vestimos son prácticas. Él nos recuerda que nuestro comportamiento refleja nuestras creencias. Si creemos que Dios es nuestro proveedor, nos comportaremos así, obedeciéndole, sirviendo a otros, y creyendo que "todas estas cosas nos serán añadidas". Tu enfoque estará en el reino de Dios. Pero si crees que tú eres tu propio proveedor, te comportarás así, preocupándote y luchando para satisfacer tus fines y necesidades. Tu enfoque estará en el reino del YO.

Jesús hace notar la diferencia entre las acciones y actitudes que son de un ser terrestre (pagano) y un ser eterno (discípulo). Las inversiones de algunas personas son terrestres: corriendo de una cosa a otra, moviéndose entre una relación a otra, de trabajo en trabajo, de un pasatiempo a un deporte a una recreación, siguiendo modas, tomando seminarios y terapias, comprando los últimos libros de autoayuda. Ellos también tienen sus desafíos físicos, despilfarrando dinero y usando la gente para sobresalir. Infelices e inquietos, buscan la satisfacción material en todos los lugares equivocados PORQUE Jesucristo no es el centro de sus vidas. Buscan suplir sus propias necesidades.

Las inversiones de un seguidor de Cristo son en lo eterno: Siguiendo a Jesús "busquen primeramente el reino de Dios y su justicia",  construyendo relaciones a través del amor a Dios y del servicio a otros, encontrando significado y propósito en su trabajo, y dialogando regularmente con Dios a través de las escrituras, la adoración, la oración y al escuchar al Espíritu Santo. Continuamente tienen buena salud, usan su dinero para amar a Dios y a las personas. Están satisfechos, estables y contentos porque Jesús es el centro de su vida. Buscan a Dios para que provea sus necesidades.  

Así que deja de preocuparte sobre la comida, la bebida o la ropa. Comienza a buscar “primeramente el reino de Dios y su justicia", como la base fundamental de inversión de tu vida y de tu tranquilidad financiera.

PARA MEDITAR: ¿Qué escuchaste?,  ¿Qué piensas?, ¿Qué vas a hacer? Ahora habla con Dios…

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